Proyecto Yoreme


Metodología

Este documento detalla como se elaboran las distintas herramientas pedagógicas contempladas, por qué funcionan y como las utilizaremos en este proyecto. También contempla la manera de integrar estas herramientas en un todo coherente, es decir, como organizar una clase con ellas y como estructurar los curricula.

Como se explica en el marco teórico, existen en la literatura muchos ejemplos de "pequeños juegos ritualizados" (formatos) que son parte íntegra del apredizaje de la lengua materna. Tambien hay algo de literatura en pedagogía cuyo objetivo es modelar el quehacer pedagógico en la transmisión del lenguaje natural como lengua materna. Esto también puede suceder de manera espontanea en otras areas del aprendizaje, y ese es un buen punto de partida para entender este planteamiento metodológico.

En el cómputo encontramos un ejemplo claro: el tutorial. Esta técnica se ha usado extensivamente para enseñar lenguajes de cómputo. Muchos tutoriales, especialmente de lenguajes interpretados de alto nivel (los más cercanos al habla), son esencialmente formatos. En estos, el intérprete interactivo que suele acompañar a estos lenguages es un interlocutor bastante competente, dado que provee retroalimentación -positiva o negativa- dependiendo de si se introdujo una elocución coherente. En estos tutoriales se pueden observar los aspectos rituales, por ejemplo, el famoso Hola Mundo, que todo tutorial que se precie de serlo lo debe incluir, pero la manera en que se incluye puede variar bastante.

Los formatos que contemplamos son de tres tipos: guiones, formatos individuales y formatos grupales. Los guiones tambien pueden considerarse formatos, si se mantiene el aspecto lúdico y la creación y uso consistente de ciertos aspectos rituales que contrastan lo novedoso del material que se esta enseñando con la comodidad de lo familiar. Aun asi, en lo sucesivo nos referiremos en este documento a los guiones solo por ese nombre y a los formatos para el estudio autodirigido simplemente como formatos.

Los formatos que utilzaremos son esencialmente hojas de trabajo organizadas en un Wiki. Constan de una combinación de instrucciones y preguntas. Las instrucciones toman la forma general "interactua con la maquina de manera x para lograr el objetivo y". Las preguntas siguen el modelo "reporta aqui la información z". Esta información presumiblemente fue obtenida cuando el alumno, siguiendo la instrucción w, hizo ciertas cosas con la maquina. Cabe mencionar que se debe ser muy cuidadoso con este tipo de metainformación, ya que lo que se busca es fomentar la creatividad, no mermarla con instrucciones demasiado explicitas.

Por otro lado, los guiones son semejantes a una clase "tradicional", donde el facilitador sigue un guión. Este guion es como un juego (el aspecto lúdico de los formatos previamente mencionado), un juego que el facilitador ya sabe jugar, diseñado para que los alumnos aprendan a jugar por imitación. De esta manera, el facilitador se erige como modelo de usuario competente que conoce las reglas mínimas de un juego (saber usar el software). Así quien aprende, gracias a la interlocución del usuario competente, puede dedicarse a jugar sin preocupuarse de las reglas.

Sesiones con guiones

En los guiones, la teatralidad es escencial para acercar a quien aprende, mediante la imitación, a conductas y buenas prácticas que se prevén demasiado lejanas para poder ser abordadas desde formatos. La necesidad de este enfoque responde a dos problemáticas inherentes a enseñar tecnología: 1) existen metaprácticas (como conectarse a la red, usar el ratón, o abrir un programa) que resultarían demasiado áridas de enfocar desde los formatos; y 2) consideramos importante inculcar buenas prácticas, dado que suele haber varias maneras de llevar a cabo la misma tarea en una computadora, aunque no todas son prácticas económicas o siguen usos y costumbres (que suelen repetirse en distinta paquetería, reduciendo la curva de aprendizaje de software nuevo).

Sesiones con formatos

Trabajamos con formatos individuales y grupuales. En los formatos individuales el alumno interactúa con la máquina. Es decir, la computadora es el interlocutor que "habla" los lenguajes a adquirir. Si el alumno emite elocuciones válidas, entonces la interacción satisfactoria con la máquina le proporciona retroalimentación positiva. El "espacio" de frases sintácticas de esta lengua es explorado al intentar formar emisiones que sean elocuciones válidas.

Los formatos grupales son similares a los individuales, pero en estos el "interlocutor" es el grupo (mas precisamente, individuos en el grupo). El acceso a estos interlocutores esta mediado, en la medida de lo posible, por programas que usan la red y corren en las terminales de los alumnos. La validación en este caso viene de la interacción exitosa con el grupo. Para comunicarse con el grupo, esto es, para formar emisiones "sintácticas" o "válidas", los alumnos necesitan dominar el software en cuestión. Los formatos grupales cumplen, primordialmente dos funciones: 1) crear cohesión en el grupo y desarrollar habilidades de trabajo en equipo; y 2) reforzar las habilidades ejercitadas en los formatos ya sea mediante la práctica de lo asimilado, o de la observación y retroalimentación de los compañeros.

Metodología para las clases

Ahora describiremos una manera de articular estas herramientas para crear currícula y planes de lecciones. Previendo que la mayoría del alumnado no tenga la preparación (o motivación) necesarias para estudiar de forma autónoma desde un principio, es posible comenzar con guiones e ir introduciendo los formatos de manera paulatina. Esto tiene otra ventaja que tocaremos mas adelante al hablar de los curricula.

Los guiones se iran alternando con los formatos. Esto exige menos capacidad de sostener la atención por parte de los alumnos. En un principio se utilizarán los formatos más simples. De esta manera, los alumnos se acostumbrarán a esta forma de ejercicio sin mayor "interferencia" causada por complejidad conceptual. A medida que el alumnado desarrolle la capacidad de autogestionar su estudio, los periodos de estudio autodirigido deben crecer con relación a las clases con guión. Eventualmente los guiones quedarán reservados para actividades que resulten impracticas sin la participación de la mayor parte del grupo. Aun asi debe mantenerse su uso por al menos dos razones, la primera es mantener la cohesión del grupo mediante la elaboración de obras colaborativas, la segunda es fomentar el trabajo en equipo asistido por TICs.

Una vez establecida una dinámica favorable durante los periodos de estudio autodirigido, empezarán a hacer su aparición los formatos autogestionados para trabajo en grupo. Su introducción es delicada pero crucial. El facilitador deberá decidir cuando el grupo está listo tanto en términos de su capacidad de trabajar individualmente, como en cuanto a su cohesión grupal.

Consideramos fundamental que el trabajo en grupo suceda sin demasiada intervención del facilitador. Esto dado que los formatos para trabajo en grupo buscan desarrollar la capacidad de autogestión a otro nivel: el de realizar una colaboración con un grupo cuyos objetivos pueden diferir de los del alumno individual. Al igual que con los formatos puramente individuales, las primeras apariciones de este tipo de herramienta deben ser cortas y las actividades a realizar sencillas. A medida que se juzgue madura la capacidad de el grupo de trabajar en conjunto, estos formatos deben ir sustiyendo a los guiones para el trabajo grupal.


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