El viaje soñado.

Llegadas las vacaciones, moría de ganas de olvidarme de todo el estrés que el trabajo deja, realizando ese viaje tan anhelado. Decidí salir, tomar mi auto e ir por mis dos grandes amigos Marco y Jergas, que al contarles el plan, esto comentaron:

- A mi me gustaría ir a un lugar lo más natural posible...¿que tal si acampamos? Vamos a un pueblito cercano al Nevado de Toluca. -dijo Marco, y sin mas que pensar tomamos carretera. Ya en camino, el auto empezó a fallar ya casi al llegar un pueblo, lamentablemente habíamos perdido mucho tiempo y llegamos ya entrada la noche.

Todo parecia tan normal como cualquier pueblo, solo que este parecia estar abandonado. Efectivamente no logramos ver a nadie en el pueblo, solo a lo lejos se veía una pequeña posada con una luz encendida

- Vamos a la posada, o ¿acampamos en cualquier campo? - pregunto Jergas.

Pensativos pero cansados, apoyaron la idea de acampar. Hambrientos, decidieron buscar una tienda en el pueblo, cuando en su recorrido se dieron cuenta de no habia absolutamente nadie. De pronto, sintieron como la temperatura comenzó a disminir, y de repente comenzó a llover... que llover, ¡a diluviar!, y Jergas opinó:

- Mejor lleguemosle a la posada, ¡muerto viviente el ultimo en llegar!

La tormenta nos obligó a regresar a aquella posada en donde después de un buen rato de tocar y tocar nos abrió un hombre de avanzada edad que nos advirtió de entrada que nos fueramos inmediatamente de aquel pueblo. Ni squiera al vernos cansados, con hambre y empapados por la lluvia, nos permitio la entrada. Pues así las cosas, decidimos alejarnos de aquel lugar lo antes posible y regresamos a la ciudad, pero teniamos la sensación de una presencia dentro del auto y al mirar por el retrovisor vimos a una mujer de blanco. Esto nos asusto tanto que me sali de la carretera. Nos volcamos, y al abrir los ojos nuevamente me encontraba en el hospital , afortunadamente todos estamos bien ahora, pero nunca pudimos dar de nuevo con aquel pueblo.

FIN